Agnes Grey (Anne Brontë)

Agnes Grey fue la primera novela escrita por la menor de las hermanas Brontë.
Anne Brontë la escribió en 1847 y narra la historia de la hija de un pastor que ha llevado a su familia a la miseria por a una mala inversión. Agnes, la menor de las hijas, siempre protegida, decide ofrecerse como institutriz para mantenerse y ayudar a la economía familiar.
Posee grandes paralelismos con su propia vida. Ella también tenía un padre ministro, fue educada en casa y ejerció como institutriz a partir de los 19 años.
La primera parte del libro, nos relata las esperanzas en su nuevo trabajo, las dificultades que se le presentan y las desilusiones. Narrada en primera persona, describe la humillación a la que estaban expuestas las clases trabajadoras. Nos muestra de forma realista la hipocresía de la sociedad, la vida doméstica, la crudeza de la vida cotidiana. Los que somos docentes nos veremos reflejados en algunos pasajes donde ella lucha contra su frustación, al no ver resultados en sus pupilos ante su esfuerzo por educarlos.
La segunda parte del libro me pareció más fácil de leer, porque combina el relato de los problemas diarios con la ilusión de Agnes al sentirse enamorada. Lo maravilloso de la narración es que Agnes nos relata sus vivencias y sentimientos, haciendo que nos encariñemos con este personaje sincero, firme en sus creencias y de gran corazón, sufriendo con ella y siendo recompenzados con el bello final que Anne Brontë quiso otorgarle, tal vez, para compensar lo que ella nunca tuvo.
Anne murió de tuberculosis a los 27 años. Sus dos novelas (Agnes Grey y La inquilina de Whilfell Hall), son consideradas obras altamente descriptivas, con temáticas difíciles de abordar y bellamente narradas.
Está enterrada en el cementerio de Scarborough, un lugar al que ella amó, y cuyo nombre me recuerda una canción tradicional llamada Scarborough Fair (ir a lo que estoy escuchando).